Silencio

  • Silencio
Autor
Beatriz Caballero Rodríguez
Afiliación
Universidad de Strathclyde
Introducción

 

Zambrano, en su afán de superar el dualismo de la razón discursiva, establece dicotomías que supera poniendo de manifiesto no ya la tensión que distintos conceptos establecen entre sí, es decir, que —como ya señaló De Saussure en su Curso de lingüística general (1916)— difícilmente entenderíamos uno sin su contrario en su gramática estructural, sino una tensión más radical, la que existe en el interior de cada uno de ellos. Esto lo que ocurre con los conceptos de silencio y palabra.

De manera similar a lo que ocurre con la nada, el silencio, asociado a la escucha, se erige como requisito de acceso a la palabra, específicamente a la palabra recibida, a la palabra verdaderamente poética. El silencio por tanto se asocia con una pasividad paradójicamente creadora. Sólo la quietud interior, el silencio del ensordecedor diálogo interno de nuestro personaje, el que encierra la llave de la creatividad y la comunicación. Sólo este silencio nos permitirá es al mundo, escuchar al otro, y escucharnos a nosotros mismos, a la persona, más allá de la máscara del personaje que encargamos. Por otro lado, para la autora no se trata de producir o buscar este silencio, sino de crear las condiciones de aceptación y pasividad suficientes como para recibirlo cuando se manifieste en nuestro camino, a la manera el caminante se encuentra con un claro del bosque, tal y como explica en su libro de dicho título (1977).